martes, 29 de junio de 2010

Contra la Barrick Gold

Tenemos Los Haitises de ejemplo. Podemos lograr algo contra el daño de esta empresa.

Apoyemos.

Contra la Barrick Gold.

Protesta

Espejitos Por Oro from Jose Cabral on Vimeo.

martes, 15 de junio de 2010

Día cuarenta. Estoy en fútbol


De fútbol no sé casi nada.

Pero ahora voy a tratar de descubrir sí este deporte puede convencerme de seguir algún deporte.

Este es el diario que llevaré de este intento.

Espero que me acompañen y puedan ayudarme a mantenerlo hasta el final de la Copa Mundial.


Diario de un Mundial

Este es el link: http://diariodeunmundial.blogspot.com/

lunes, 7 de junio de 2010

Día treinta y nueve. ¿Quiénes cargan las palabras?

Alex Grijelmo

La primera nota es el retraso. Algo normal cuando el presidente de la República, Leonel Fernández, participa en una actividad. La sala de conferencias de la Fundación Global, Democracia y Desarrollo (Funglode) – fundación que dirige el presidente Fernández- está repleta. “Le avisamos que la actividad comenzará en diez minutos”, anuncia el periodista Ibam Campos, director de comunicaciones de la fundación. Eran las 7:20 de la noche. La actividad iniciaba a las siete.

El invitado, que no es el presidente, entra a la sala. Algunas personas se acercan a él. Alex Grijelmo, presidente de la agencia de noticias EFE, luce elegante para la ocasión. Después de los apretones de mano sube la pódium y observa. Vuelve a bajar. Aun el presidente no llega.

Estoy sentada en una esquina. Apretujada. Una chica frente a mí dice que se va, que es suficiente esperar más de media hora. Un colega y yo aprovechamos el comentario para lucir la detallada información que conocemos sobre los acostumbrados retrasos de Fernández. Chismes del oficio.

Una ola de aplausos distrae la atención. Por fin llega Fernández. Hora 7:45 de la noche.

Palabras y risas
Lo retrasado inicia. Los primeros comentarios de Grijelmo provocan una risa colectiva. De inmediato entra en materia sobre “El poder de las palabras”, nombre de su conferencia, con una anécdota en la que cuenta lo textualmente incompresible de una respuesta administrativa recibida a un agricultor sobre su solicitud de jubilación y que, como a lo largo de toda su intervención, provocó más risas.

“Yo pretendo defender en esta charla dos puntos fundamentales. Primero, el idioma se está empobreciendo actualmente por culpa de las clases cultas, principalmente las que se expresan en público mediante los medios de comunicación. Y el segundo lugar, esas clases cultas han convertido el idioma en un instrumento de poder”, dice.

La cosa se pone seria y todo el mundo parece presto a escuchar.

Entonces, el señor Grijelmo se convierte en cirujano de las realidades que rodean las palabras. Las que parecen unir, pero no lo hacen. Las que parecen alejar, pero no lo hacen. Las que parecen inocentes, pero no lo son. Las que parecen peligrosas...y lo son.

Las palabras innecesarias, las que están de más y menos. Cada anécdota y ejemplo, una risa.

“Complicamos el lenguaje. Una persona cuando llega un autobús y se bajan seis pasajeros dice: Llegó el bus y se bajaron seis pasajeros. Pero un funcionario o un periodista diría: Llego un autobús y se bajaron seis personas del mismo”. Ocurrentes ejemplos.

Los periodistas y los políticos son los protagonistas en cada señalamiento. El afán de sentirse importantes y superiores frente y con las palabras. La manipulación, ocultar lo que es con lo que no es. Benditas palabras.

“Ese estiramiento acaba alejando la realidad de nosotros, las cosas que nos importan. Estirando las palabras y alejándolas de nosotros. ‘Sube la tasa delictiva’, será que suben los delitos. ‘Aumento el índice de precios’, o sea, habrán subido los precios”.

Así sigue, entre contradicciones palabrescas. Muchas, cotidianas, que nos embotan los ojos y parecen cumplir su misión. Y pone el dedo en la llaga.

“Hay una corriente en los pueblos que genera palabras y formulas, hay un genio del idioma que compartimos todos los hispanohablantes. Pero ahora sucede todo lo contrario. Es de arriba hacia abajo que se está manejando el idioma y los medios de comunicación tenemos, ahí, una responsabilidad porque estamos enviando hacia nuestros pueblos palabras incompresibles y manipuladoras. Unos pocos toman las decisiones y unos muchos la van aceptando”.

Las risas y unos cuantos suspiros se suceden. Crucifica los anglicismos, culpables según él de muchos complejos y empobrecimientos lingüísticos. Y sus ejemplos en este sentido pasan de lo trivial hasta lo más complejo.

“Se habla en el caso de Mónica Lewinsky del sexo oral. No, no se pasaban las tardes hablando. En todo caso podría ser un monologo no un diálogo. Es otro problema de poner la traducción literalmente. En donde se llaman las cosas por su nombre deberíamos a ver dicho sexo bucal. Porque la expresión oral es la que se refiere a lo que manifestamos con palabras”.

La desaceleración
Pero de todos los ejemplos de Grijelmo uno llamó la atención de manera muy particular. Hablaba sobre la realidad que no se puede cambiar, por lo que el camino a elegir es cambiar las palabras. “Muchas veces los políticos no pueden cambiar la realidad. No es fácil. No es fácil, señor presidente –se dirige a Fernández que estaba sentado en primera fila-, cambiar la realidad. Y algunos políticos, ayudados por economistas, por periodistas como yo y mis colegas, sino no pueden cambiar la realidad cambian las palabras”.

Pero no fue este el comentario que sobresalto al mandatario, sino otro cuyo eje sería una palabra de uso muy común en sus discursos.

“Desaceleración. Se está produciendo una desaceleración de la economía. Esos términos estéticos que tanto seducen la comunicación social. Un diario colombiano: se ha producido una desaceleración en la economía colombiana. Noviembre de 1998. Pongo ejemplos antiguos para que no se entienda como una alusión política. Se desacelera la economía, pero nadie cuando va en un auto le dice al que conduce ‘desacelera que viene una curva’…Hay que frenar el auto, pero la economía se desacelera. No se frena porque no nos interesa que la palabra frenar vaya asociada al sentido de la economía, al decrecimiento de un país”.

Los presentes rieron y murmuraron. Fernández no interrumpió la conferencia.

¿Quiénes cargan las palabras?
Grijelmo agota los “mil y un ejemplos” para la ocasión. El público, en especial los estudiantes de comunicación presentes (la mayoría mujeres), parece haber disfrutado la conferencia y olvidado el retraso. Cierra con una frase de antología, luego de ponderar lo bueno y lo malo sobre las palabras.

“Las palabras, como las escopetas, también las puede cargar el diablo”.

La frase quedo prendada en el aire y los aplausos no tardaron. Cuarenta y cinco minutos exactos, el mismo tiempo de retraso para iniciar la actividad. La sección de preguntas fue corta. Uno de los primeros fue una especie de predicador que entre versículos bíblicos defendía a Dios como el origen de la palabra. Su motivado sermón tuvo que ser interrumpido con un “por favor” y arrebato de micrófono. Pregunta, ninguna.

La periodista Marivell Contreras mostró su preocupación por la influencia de los chats y las redes sociales en el uso del idioma en los jóvenes. Grijelmo minimiza la amenaza. “La lengua se defiende”. Considera los “k l k” y los “lol” como un fenómeno pasajero y asegura que esos jóvenes siempre trataran de hacer buen uso del lenguaje en su vida real. “Es un problema de cultura”, dice.

La siguiente pregunta es simple. ¿Se maltrata más el idioma cuando hablamos o cuando escribimos? La respuesta es sencilla: cuando hablamos. Otro pregunta por el género. Grijelmo apunta que no le parece mal la sobredimensión de damas y caballeros, niños y niñas, dominicanos y dominicanas. Eso sí, aclara que no es algo rígido, pero es una concesión que se puede hacer.

La última intervención es la del presidente de la República. Tiene una aclaración pendiente. “Cuando usted se refirió a las palabras desaceleración de la economía y modernización, yo escuche un suspiro como diciendo ‘ese es Leonel’ (risas). Esto requiere una explicación. Cuando yo digo que la economía se ha desacelerado es porque no se ha frenado del todo (risas). Es porque estaba creciendo 8 y disminuyó 6. Y cuando he hablado de modernización siempre lo he explicado: un Nueva York chiquito”

Entonces hizo una anécdota que expresaba “la forma del dominicano entender las cosas” y recitó: Un hombre caminaba por la calle el Conde y alguien le dice buenmozo y él se cuestiona y dice que mozo viene de misu, misu de gato, gato caza ratones, los ratones come queso, el queso viene de la leche, la leche de la vaca, lo contrario a vaca es el toro, el toro tiene cuernos. Me dijo cuernudo.

Las risas fueron estruendosas. “Es un asunto de interpretaciones y perspectivas”, dijo.

Grijelmo lo asume. Se ríe y le responde con otro ejemplo: Un periodista escribe sobre un cadáver encontrado en un pozo. El periodista escribe “Se ha encontrado un cadáver en un pozo de ocho metros de altura”. Su jefe redactor lo corrige y le dice que debe decir “se ha encontrado un cadáver en un pozo de ocho metros de profundidad”. El periodista lo corrige y le dice que él escribe desde el punto de vista del muerto.

Si, en definitiva es asunto de perspectiva. Las buenas noches de invitado dan punto final a la ejemplarizadora conferencia.

Ya en la redacción un colega me recuerda que EFE acostumbra, entre otros errores, a “españolizar” nombres de lugares propios. Por ejemplo, Tennessee pasa a ser “Tenesí”.

Si, repito, es un asunto de perspectiva.

Mientras, me siento frente a la computadora y cargo mi arma...digo, mis palabras.