martes, 30 de junio de 2009

Finalista

Ayer recibí una muy buena noticia. Quedé finalista entre 236 poemas enviados al I Premio de poesía Puente de Letras 2009, convocado por el editorial español Puente de Letras. Envié tres poemas y el honrado entre ellos fue el poema "13". Ya se imaginarán lo feliz que estoy. Lo publicarán junto al poema ganador, uno en mención de honor y otro grupo de 14 poemas finalistas en una antología que saldrá en las próximas semanas.

Este es el poema agraciado, publicado en mi otro blog, el Diario de la Rosa el pasado primero del enero de este año.


13


Tenía trece

hablaba de las hadas sin magia o de soles perdidos

mientras recogía flores marchitas en las esquinas.

Era casi mujer

incipiente mujer que reía y bailaba

presagio de días sin muñecas

mujer, casi mujer

pero aún era la niña

dos colas de caballo

dibujando esperas en el pupitre.

No creía en príncipes ni en sapos

no había leído a Shakespeare,

creía (porque algo había que creer)

en los cuentos mal contados de sus libros de historia

en el olor a verano tallado en las calles

en los rezos eternos de la abuela

y en sus pasos,

sus pasos presurosos

camino hacia la nada,

la nada que tocó su puerta

una noche de tristes profecías

marcando el punto final de sus soles perdidos y sus hadas sin magia.

Tenía trece

nunca pensó en el mañana.


Está es la página del editorial Puentes de Letras, con la nota sobre el fallo del concurso: Puente de Letras Editores

Como me dijo mi colega y amigo Víctor Manuel Ramos cuando comunique la noticia: "Quién dijo que el 13 trae mala suerte".

martes, 23 de junio de 2009

Una verdad sobre Haití


"Hasta hace no demasiado tiempo Haití era autosuficiente en su producción de alimentos, pero esta producción se destruyó por medidas de libre comercio que le fueron impuestas, por ejemplo, cuando Clinton decidió acabar con el terror en Haití, que él mismo había apoyado, decidió que no podía permitir el regreso de Aristide e impuso medidas muy estrictas, neo liberales. No se le permitió a Haití establecer tarifas arancelarias para proteger su economía".



Noam Chomsky
Lingüista, activista, filósofo norteamericano


domingo, 14 de junio de 2009

Día dieciséis. Liderazgo o protagonismo


Liderazgo o protagonismo

Protagonismo: 1. m. Condición de protagonista. 2. m. Afán de mostrarse como la persona más calificada y necesaria en determinada actividad, independientemente de que se posean o no méritos que lo justifiquen.

Liderazgo: 1. m. liderato. Liderato: 1. m. Condición de líder. Líder: (Del ingl. leader, guía). 1. com. Persona a la que un grupo sigue reconociéndola como jefe u orientadora. 2. com. Persona o equipo que va a la cabeza de una competición deportiva. 3. com. Construido en aposición, indica que lo designado va en cabeza entre los de su clase.

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Cada época tiene sus luchas y cada una de esas luchas tiene sus líderes. Simón Bolívar, Juan Pablo Duarte, José Martí, por mencionar algunos y poner ejemplos. Ellos lucharon por un ideal de independencia hace ya más de cien años.

Más cercano a nuestra actualidad podría hacer una larga lista de líderes. Desde la Restauración hasta los oprobiosos 12 años de Balaguer (1966-1978) muchos jóvenes lideraron las más diversas luchas. Muchos no sobrevivieron a ellas.

Hoy la lucha por el derecho, por la defensa de las causas más justas, también está en manos de jóvenes. Desde las redes sociales, las esquinas, las manifestaciones, el acercamiento a realidades sociales, la acción concreta se hace una labor en mantener viva el alma de un país atacado por la corrupción (pública y privada), el nepotismo, la manipulación y el uso del poder para aplastar.

Pero en estos espacios llamados, como ha sucedido en otras etapas, muchos confunden la luz del liderazgo con la sombra del protagonismo; llevando muchas veces a afectar y desmeritar la labor de un conglomerado a favor de causas justas y justificadas.

Los líderes contagian la chispa, los protagonista la roban y la mantienen solo para ellos mismos. Los líderes aúnan voluntades; los protagonistas imponen. Los líderes abren espacios de participación; los protagonistas se asumen mesías y dueños “de la lucha”. Los líderes pasan antorchas; los protagonistas las apagan y se asumen insustituibles.

En estos momentos de luchas necesarias, en el que nos vemos llamados a dar de nosotros y a colaborar, evitemos ser protagonistas. Seamos líderes.