lunes, 29 de junio de 2015

Junot Díaz y las cadenas de consecuencias

Foto: Tim Rogers/Fusion.net

La discusión sobre lo bueno y malo del Plan de Regularización de Extranjeros en República Dominicana ha avivado una especie de paredón público, en que las opiniones o análisis (más opiniones que análisis) son baleados o salvados dependiendo de que lado se esté. Y como paredón al fin, en la decisión de cuál ola seguir está dictada más por la emoción, los prejuicios y los fanatismos que por los hechos y los datos.

La pasada semana se produjo un paredón que bien podría ser un buen ejemplo de cómo, primero, opinar sobre la ola de moda mediática no siempre es una buena opción; de la facilidad como se hace presente el "donde dije Diego, digo..."; de un impulso sentimental casi fanático sobre defensas a posiciones y figuras; y de cómo con un poco de curadoría se puede lograr un hilo que nos acerque a un análisis de hechos y datos si así lo queremos, o alimentar de los que nos conviene de esos hechos o datos para hacer valer nuestra parcialidad.

El caso: Junot Díaz y su participación en un panel sobre la crisis migratoria entre República Dominicana y Haití.

El panel se realizó el miércoles pasado, 24 de junio, en Miami (EE.UU.). La primera noticia que llega al respecto espanta a todo vivo. Supuestamente el escritor dominicano residente en Estados Unidos había llamado a un boicot turístico contra República Dominicana, había alegadamente afirmado que había terror en las calles y campos de concentración...

La publicación sobre este panel, donde Junot fue acompañado por escritora haitiano-estadounidense Edwidges Danticat, y al Profesor Ediberto Román, de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), que aceleraron los pulsos con estas afirmaciones fue la del periodista Daniel Rivero, del portal Fusion. Aunque el periodista se retractó horas después, aun en el artículo se puede leer una cita que atribuye a Díaz.

"The last time something like this happened was Nazi Germany, and yet people are like, shrugging about it".

No sé si efectivamente la cita corresponde a Junot, aunque mi lógica me dice que si la mantiene allí es porque tiene una grabación que la sustenta, pero aprovecho aquí para llamar la atención con algo: En el panel hablaron de dos cosas: regularización de extranjeros y las deportaciones de haitianos que estas implican, y la desnacionalización aupada por la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional (que de manera retroctiva y violatoria a la propia Constitución retiró la nacionalidad a cientos de personas, hijos de inmigrantes haitianos). Y es hablar de ambos temas a la vez que crea, muchas veces, una confusión.

Y abundando en esto último, las deportaciones a raíz del fin del plazo de inscripción del Plan no son aun un hecho. Aunque si lo es el abandono del país de manera voluntaria de haitianos que no pudieron inscribirse en el Plan y temen ser maltratados durante el proceso de deportación. En cuanto a los desnacinalizados hace un mes, la Junta Central Electoral (JCE) que de manera arbitraria había quitado condición de nacional a decenas de personas, y que se pavoneó en esa práctica tras la sentencia, tuvo que tragarse su lengua y reconocer tras una auditoria del registro civil que más de 50 mil personas son lo que han sido siempre, dominicanos.

Ahora retomo a Junot Díaz... Hay una segunda nota, publicada el mismo día del panel en The Dominican Journal. La información sin firma tiene un título general que atribuye a los expositores de esa actividad (Díaz, Danticat y Román) haber afirmado la existencia de "campos de concentración de haitianos, racismo y estado de terror en República Dominicana".

La nota precisa, contrario a la de Rivero, que el tema de los supuestos campos de concentración los refirió Román, no Díaz. No obstante, hay una parte de la narración que me llama la atención.

Nuestra reportera (Yunis) Segura le preguntó al Profesor Edilberto Román de FIU lo siguiente:
¿Usted ha mencionado en varias ocasiones que la República Dominicana tiene campos de concentración de haitianos, podría usted indicar los lugares en dónde están localizados?
La respuesta del profesor Edilberto Román de FIU fue “busque la información en la revista The Nations Magazine”.
Preguntamos de nuevo: ¿ Ha estado usted en esos campos de concentración y nos puede señalar las condiciones de los mismos? ¿Ha estado usted alli?
La respuesta fue indicarnos salir del lugar de parte de los organizadores, dos de cuyos miembros se nos acercaron para intimidarnos y decirnos que la respuesta ya se había dado y no habría más debates sobre ese aspecto.  El dominicano Junot Díaz en forma burlona comentó que “tu puedes preguntar por Mongolia lo que sea y si quieres más búscalo en Google”.

¿Pero cómo confirmar esto? En especial cuando al final de esta nota se señalan unos "consejos" que ponen a dudar sobre la justeza de los hechos que describe, llevando a lector a parcializarse.

Pues la respuesta a esa pregunta llegó ayer, domingo, en forma de vídeo. Desde el sábado se puso a circular una grabación del panel donde sobre el minuto 42 se confirma lo que la nota del The Dominican Journal describe. Y la respuesta de Junot no tiene lugar a dudas, pues la expresa en español.

Escribí a la periodista Segura, quien me respondió hoy. Me confirmó su asistencia a ese panel, aunque me aclara que nunca quiso ser "la noticia".

El vídeo está en el canal de Ustream de Florida Immigrant Coalition. Como algunas personas me han dicho que no lo pueden ver en sus móviles, comparto el enlace del vídeo en Youtube, subido allí por Melvyn Pérez.



¿Pero que es lo que dice el artículo a que hace referencia el profesor Román como para asegurar que en República Dominicana existen "campos de concentración" para haitianos?

El artículo al que hace referencia no es un reportaje que planteará una investigación de este asunto. Se trata de un artículo de opinión que aborda el tema desde una pregunta, no una afirmación: Concentration Camps in Dominican Republic? Al leerlo uno se da cuenta que la pregunta se hace ante dos informaciones escritas por el mismo periodista del artículo (Greg Grandin) y un reporte de Rachel Nolan, que inicia asumiendo la cuestionada cifra de "los más de 200 mil afectados", cifra que sale de la Primera Encuesta de Inmigrantes en República Dominicana.

Pero la lectura del artículo de opinión no logra exponer ningún hecho que confirme la existencia de algo parecido a un "campo de concentración", tal y como tenemos la referencia de este termino, relacionado principalmente con la Alemania nazi. Lo que si reseña es la habilitación de centros de detención en Jimaní, en la frontera dominico-haitiana, donde se llevarían a los indocumentados para la tramitación de su deportación, y a los que las autoridades dominicanas han bautizado centros de acogida.



¿Se puede llamar a estos lugares campos de concentración? Me parece que no. Se parecen mucho a los centros de detención en Estados Unidos. ¿Son buenos los centros de detención? En Estados Unidos son constantes las denuncias de abusos y malos tratos allí. ¿Pasará eso en República Dominicana cuando empiecen a llevar indocumentados a esos lugares?

Desde el sábado se ha publicado en páginas webs y medios tradicionales las aclaraciones de Junot Díaz con respecto a su participación en el panel. No obstante, cuando se comparan sus aclaraciones con el vídeo del panel, no solo se evidencia su apoyo a lo dicho por Roman sobre los supuestos campos de concentración, sino que no aclara durante el panel ninguna de las afirmaciones que se hacen sin el apoyo de datos concretos.

La discusión seguirá y se agudizará cuando empiecen a llegar las primeras personas a ese centro de Jimaní, y también cuando después del primero de agosto sepamos quienes de los supuestos más de 300 mil extranjeros que lograron inscribirse en el plan de regularización logren completar el proceso con la documentación que le piden.

Y la discusión al respecto no es mala, sino necesaria. Lo que si es malo es que esta discusión sea llevada por ambos bandos desde el juego de obviar los datos y los hechos, o de exagerarlos y manipularlos.

miércoles, 17 de junio de 2015

Migrante: la casualidad de nacer en un lugar, la decisión de irse, el dilema de ser

Un migrante haitiano reclama falta de atención a pocas horas de vencerse
 el plazo de inscripción en el Plan de Regularización. Foto Argénida Romero

He estado pensando en estos días el tema de la migración.

Es probable que la sienta diferente a muchos. No tengo sentimientos nacionalistas de ningún tipo. No hay terreno en mí para eso. No lo puedo tener. Mi origen me lo niega, y lo agradezco.

Mi madre es dominicana. Mi padre colombiano. Nací en Venezuela. Mi madre emigró, como muchos dominicanos, en la década de 1970. Mi padre hizo lo mismo, no se en que año, como muchos colombianos. Ambos buscaban, ambos huían, ambos querían, supongo, algo mejor para ellos. Soy fruto de esas esperanzas y de esos miedos.

Un día llegué aquí, siendo una niña. A un país que no sentía mío. Y luché con todas mis fuerzas para mantener el recuerdo vivo de mi casa, mi amigos, mi escuela. Era una niña de 9 años que no entendía el desarraigo, que no entendía cómo de un día para otro todo su mundo dejaba de existir por decisión de los adultos. Los niños, les aseguro, no entienden frases como "es para tu bien", "allá estarás mejor".

Los que me conocieron antes del 2006 saben que Venezuela y mis recuerdos eran un tema habitual en mis conversaciones. Hasta que pude regresar y despedir esos fantasmas. Me ubiqué aquí, en mi presente, y entendí que era de donde estoy y que eso era suficiente, y liberador.

Edito las internacionales del periódico donde laboro. Estoy al tanto de lo que pasa en Europa, de los continuos flujos migratorios en América Latina, de las discusiones al respecto, de muchas de las situaciones políticas y sociales que generan esas migraciones. También de los humanos que podemos ser ante esta realidad de siempre, y con humanos abordo no solo la solidaridad, sino lo contrario a ella, el desprecio por nuestros iguales.

Entiendo el derecho de cada nación en emitir sus reglas sobre este tema. He vivido regida por ellas desde antes de nacer. Pero también he visto y palpado los trasfondos de estos procesos, la corrupción (cuando con 18 años hice el proceso de residencia, en 1999, recibí ofrecimientos de "hacerlo más rápido y por otras vías" en las oficinas de Migración), la deshumanización, el racismo, la gente que hace fortunas traficando personas (tenemos un diputado que hizo carrera en ello, y fue a la cárcel), los gobiernos que se hacen de "la vista gorda", los empresarios que se benefician de la ilegalidad y que a la hora en que se ha querido buscar soluciones y orden en el desorden que ellos mismos alimentaron, no solo se niegan a colaborar, sino que lo dificultan.

He visto la mezquindad de muchos y muchas, que con Dios en la boca, no son capaces de dar una carta de trabajo, de pagar el mínimo a sus empleados extranjeros. Y recuerdo también a mi madre, empleada en Venezuela. Era muy niña, pero percibía esa mezquindad. También recuerdo a un padre que trabajaba mucho y que cuando logró arreglar su casa, algunos apelaron a sus prejuicios porque era colombiano y "los colombianos son narcotraficantes".

Emigrar es un dolor, es una huida, es también esperanza. La realidad de emigrar es diversa, compleja. Hay reglas, hay corrupción, hay deshumanización. Y es probable que este expiación sea una manera de tratar de explicarme mucho de lo que he visto, veo hoy y seguiré viendo, no solo en República Dominicana, sino en cada lugar donde he tenido la oportunidad de ir.

Solo espero que en esta lucha por estar, por irse, por volver, por encontrar, por dejar, no siempre saque lo peor de nosotros, que aunque haya que aplicar reglas, estas cuenten con algo de empatia, con la comprensión, con la solidaridad, con la exigencia a nuestros gobiernos de que la corrupción y el uso y abuso de esa gente que huye o que llega, o que se va, no sea la moneda de cambio. Que de alguna manera podamos luchar para que no tengamos que huir, sin esperanzas, del lugar donde la casualidad nos indicó nacer.

martes, 16 de junio de 2015

Jacques Viau: documentos

Una de los temas que más me llamó la atención durante el tiempo que estuve buscando información sobre el poeta Jacques Viau fueron los testimonios disimiles sobre él y la casi ausencia de referencias documentales en torno a su vida en Santo Domingo, considerando que llegó aquí con seis años y, quizás, solo volvió en una ocasión en Puerto Príncipe ya adolescente.

La búsqueda de documentos nunca es fácil. En el Archivo General de la Nación pude conseguir las entrevistas en las ediciones escaneadas de la revista Ahora. Gracias a Google pude ubicar el libro de "El gobierno de Caamaño, 1965: documentos, discursos y decretos", de Bonaparte Gautreaux Piñeyro. Y ahí, gracias a un comentario dejado en la primera parte de la serie, conseguí el decreto que emitió Francisco Caamaño Deñó y que otorgó la nacionalidad dominicana a Jacques Viau. Lo mencioné en la última parte de la serie. Aquí, el documento.




Unas semanas antes de iniciar con la redacción del perfil, si conseguí otros documentos que me permitieron dos cosas, precisar la fecha de la nacimiento de Viau, y de paso confirmar algo que solo me dijo uno de las personas que entrevisté: que Viau no solo se inscribió en la Universidad de Santo Domingo, hoy Autónoma, sino que avanzó en su carrera. Y pude obtener estos documentos gracias a Eduardo León Duarte, quien labora en la UASD.



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¿Por qué comparto estos documentos? Porque creo que deben ser de uso público y de conocimiento para aquellos que los necesiten, ya que Viau forma parte de nuestra historia reciente y de un episodio que cuenta con muchos testimonios, pero quizás carece de una rigurosidad en su reflexión.

lunes, 15 de junio de 2015

Jacques Viau, su entrevista en la revista Ahora

Un día como hoy, hace 50 años, el poeta dominico haitiano Jacques Viau caía herido durante los enfrentamientos con las fuerzas norteamericanas invasoras, en el proceso de gesta constitucionalista que buscaba la reposición del gobierno de Juan Bosch. Murió seis días después.

Viau fue siempre para mí una referencia mítica, como casi todo lo que envuelve este episodio reciente de la historia dominicana. En enero de este año leí por primera vez su poemario "Permanencia del llanto", publicado tras su muerte, y no solo me impactó, sino que me motivó a algo más: a desmitificar a Jacques Viau. 

Tres meses de investigación y entrevistas. La serie fue publicada a tres entregas, iniciando el pasado 26 de mayo. Mucho de lo que encontré sobre Jacques no pude incluirlo, ya que el espacio en un periódico impreso es limitado. Pero también había otra razón: en la construcción de un perfil se priorizan datos. 

Así que bajo estas premisas, tuve que dejar algunos datos fuera, y tomar las partes más importantes de documentos y referencias. Pero hubo un documento que obvie por completo: la única entrevista hecha a Jacques Viau. 

Viau respondió preguntas al periodista, escritor y critico literario Luis Alfredo Torres para la edición 103 de la revista Ahora. La entrevista fue publicada en la columna de Torres, Ámbito de la Cultura, el 10 de abril de 1965, catorce días antes de que iniciara la revuelta civil constitucionalista.

Voy a compartir el texto desde la página de la publicación, pues la entrevista a Viau fue matizada por unas consideraciones de Torres sobre una "polilla literaria", que luego tuvo que aclarar en la edición 106 de esa revista, publicada el primero de mayo de 1965, cuando ya los enfrentamientos con las tropas norteamericanas estaban presentes en las calles del centro de Santo Domingo.

Le dan un click a la imagen y podrán leer el texto de mayor tamaño. En la página siguiente a esta se lee dos líneas que terminan el texto relativo a Viau: "Tiene inédito el libro de poesía Permanencia del llanto. Nació en Haití. Desde niño reside en República Dominicana". 


De está entrevista destaco algunos textos que Torres atribuye a Viau (a quien de manera equivocada renombra como Jack).

"Creo que se debe acoger a toda persona que demuestre actividades y talento para la creación artística, pero a la hora de publicar sus trabajos deben ser objeto de selección a fin de ayudarles a ver sus fallas y defectos".

"La literatura -prosigue Jack Viau- no es un juego, es un medio de conocimiento, el testimonio de una época, y es inprescindible conocer las leyes de esa literatura y con la obra de los grandes maestros, no para plagiarlos, como sucede con frecuencia, sino para aprender de ellos el manejo de la expresión artística".

"La mayoría de nuestros escritores, dice Jack Viau, se forman solos, en una labor cotidiana llena de sinsabores, abarrotada de obstáculos; en las escuelas no se aprende literatura: se estudian las biografía de los autores y se aprende de memoria los títulos de sus obra más representativas".

Semanas después, como ya mencioné, en la edición del primero de mayo de 1965, Torres aclara sobre las "polillas literarias" y Jacques Viau, señalando que "este poeta ha sido objeto, recientemente, de numerosos ata­ques de parte de los intelectuales más jóvenes porque en la edición número 103 de ésta revista, columna Ámbito de la Cultura, un error tipográfico hizo pensar que el grupo que le corresponde cronológicamente pertenece a la “Polilla literaria”, que la forman decía éste redactor, esos falsos literatos que empañan la belleza de las páginas literarias con sus apócrifas producciones, y publican libros sin ningún valor para explotar a la ciudadanía"

Aclarado el asunto, expone otras consideraciones de Viau, al que parece volvió a entrevistar para despejar el entuerto. De esta destaco estas expresiones de Viau.

Acerca de la poesía moderna dice que tiende a buscar un modo de expresión asequible a todos porque “se ha supe­rado la falsa concepción de que la oscuridad en poesía era signo de cultura.”

Respecto de nuestros escritores afirma: “A través de ellos es difícil conocer al pueblo porque se ha hecho poco para reconstruir y valorizar las aspiraciones y creaciones artísticas de aquél. La única forma de realizar un verdadero aporte a la literatura mundial es revelando nuestras dormidas esencias nacionales.” 

Aquí pueden consultar la página 21 de la revista Ahora número 106, donde aparece la segunda entrevista a Jacques Viau, y hasta donde investigué, la última que ofreció antes de morir. 


miércoles, 3 de junio de 2015

Consummatum est

El camino hacia la reelección está consumado, y bastaron menos de doce horas para ello.

Aprobación en la Cámara de Diputados, con el 79.6% de los 187 diputados presentes. El proyecto fue declarado de urgencia y conocido en dos lecturas consecutivas. Eso fue casi a la una de la tarde de ayer


Alrededor de las 5:30 de la tarde ya había sido promulgada por el Poder Ejecutivo y antes de las 9 de la noche la Asamblea Revisora, compuestas por los integrantes del Senado y de la Cámara de Diputados, había sido convocada. La reforma para reintroducir la reelección consecutiva se conocerá el sábado a las 10 de la mañana.

Una hora después, Luis Abinader, candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), se dirigió a la nación en un discurso, que desaprovechó, pienso, como escenario puesto para que fortaleciera su papel de principal opositor al gobierno. Habló rodeado de muchos que en el 2002 apoyaron un proceso igual de atropellado para reintroducir la reelección consecutiva que fue eliminada en la reforma del 2010, para darle la oportunidad al entonces presidente Hipólito Mejía de reelegirse. El mismo Hipólito Mejía sentado a su derecha durante el discurso.



Sobre el discurso de Luis Abinader, el estratega en comunicación política José Carlos Nazario hizo en Twitter un análisis interesante y revelador, que nos dirige fuera de las apariencias.


¿Y el presidente Danilo Medina? Hasta ahora no ha dicho nada relacionado con la posibilidad, ya casi concreta, de repostulación presidencial. Un silencio que podría significar algo, probablemente la estrategia de justificación para su reelección, que supongo será bien pensada para acallar no solo la disidencia, sino también jugar al olvido y, probablemente, a la "acomodación" de sus anterior posición, que dejó clara (aunque ahora lo claro sea otro) durante su campaña electoral del 2012. Aquí les dejo un vídeo para refrescar la memoria.




A partir del sábado podríamos ver cómo se acomoda su nuevo discurso.