lunes, 17 de noviembre de 2008

Día seis. La marcha de los millones (a propósito del Día de la No violencia contra la Mujer)


Ciento dos mujeres muertas en lo que va de año en mano de sus parejas. Feminicidios, así le llaman a este “pasatiempo”. En el 2007 fueron 90 las mujeres fallecidas en estas circunstancias. La situación empeora.

Con estos datos pocos halagüeños este próximo 25 de este mes conmemoramos el día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, en honor a las hermanas Mirabal. En esa fecha, pero del año 1960, murieron apaleadas por los topos del poder trujillista. Pero las 102 mujeres de está estadista no luchaban contra un monstruo visible que blanqueaba su rostro con talco, sino con otro monstruo más intimo que se acuesta en sus camas y que cambiaron las caricias por el puño.

La fecha será celebrada, sin lugar a dudas, con bombos y platillos. El Ministerio Púbico, entidad encargada de llevar a cabo políticas para tratar de disminuir la incidencia de estos casos, hará una caminata este miércoles. El nombre de la marcha suena bastante rimbombante “Tolerancia Cero hacia la Violencia contra las Mujeres”.

La iniciativa, parecida a la de años anteriores, no me llama mucho la atención. La razón es simple: no le veo la funcionalidad. Pero además de esta simple razón esta marcha me indigna por otra causa más pesada: su costo.

Aunque es una costumbre de los instituciones públicas no dar detalles en torno a la manera en que gastan sus presupuesto (que es el de todos), resulta que por gajes del oficio me he enterado que el costo de esta caminata sobre pasa los dos millones de pesos.

Más de dos millones de pesos…el dato me molesta. No existen casas-albergues para que mujeres víctimas de abuso, y en peligro de que sus abusadores reincidan en su intensión de completar su “crimen pasional”, puedan estar seguras. Más de dos millones de pesos…y sólo existe un hogar a nivel nacional, con capacidad para 15 niñas, donde menores víctimas de abuso sexual, sicológico y físico pueden ser internadas para recibir un tratamiento adecuado.

En mis manos tengo la invitación. Cartulina de hilo, negra. Una línea de mariposas plateadas (parece un morado plateado) decora la tarjeta. Las letras, plateadas también, hacen una linda combinación con el color negro de fondo. Pero, (¡carajo!) más dos millones de pesos…para una marcha…más de dos millones de pesos.

Más de dos millones de pesos…102 dos mujeres muertas, muchas de ellas porque no tuvieron un lugar donde poder estar alejadas del peligroso verdugo que las asechaba. Pero se hará la marcha…a un costo de más de dos millones de pesos.

Indignante.

martes, 4 de noviembre de 2008

Día cinco. Obama


Todo indica que Obama ganará. En Estados Unidos hoy es un día histórico y las razones son varias. Una, la obvia, es Obama. La otra es que estos sufragios cuenta con una participación bastante alta: 153.1 millones de norteamericanos. A esta cifra se agrega que el 73.5 por ciento de la población mayor de 18 años se ha registrado para votar, el mayor número de registrado en este renglón de edad desde 1920.

Barack Obama, con 47 años, ha logrado calar en el ánimo de los norteamericanos. Pero esta popularidad no parte del hecho simple de afirmar que tiene la capacidad para gobernar o que es el único capaz de sacar a flote a la otrora nación fuerte.

Obama es un producto. Un producto del marketing político, por un lado, y de la no opción política, por otro lado. Y no es que ponga en duda su preparación como político, pero es innegable que tras su ascenso está la mano (¿invisible?) que agregó a su figura la aureola del candidato incansable, imbatible y joven, elementos necesarios para presentar la parte opuesta a la imagen desgastada de un John McCain.

Esta acción no es reprochable. Es una acción valida dentro del escenario político, aunque algunos piensen que Obama es una especie de pro hombre, un llegado del cielo que puede prescindir de esos métodos.

Aclarado el punto de Obama, el hombre político; está el de la carencia de opciones. El análisis quizás suene simplón pero no alejado de la realidad. La gestión republicana ha sufrido un desgaste y descredito progresivo que los deja sin muchas posibilidades de mantener el poder. A esto han contribuido una serie de hechos en los que se destacan dos: Irak y la crisis financiera.

En Estados Unidos existe una intensión generalizada de rechazo a las políticas llevadas a cabo por el gobierno republicano de George Bush y no es un secreto que su impopularidad permea al candidato John McCain, quien durante la campaña trato de manera infructuosa de desligarse de la figura de Bush. Así que si no se quiere a los republicanos sólo queda una opción: Obama.

A esto agrego lo del voto de rechazo. El voto a Obama en rechazo a los republicanos. Votos que favorecerán a Obama pero que no, necesariamente, sean un aval de apoyo a sus promesas de cambio.

Sobre el hecho de que Obama sea un afroamericano no opinaré mucho, sólo diré que me parece un asunto de estética más que de profundidad.

Hoy las urnas hablaran. Claro, veremos si no asistimos al mismo escenario del año 2000, cuando la decisión quedo en mano de los jueces de la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos.

Y, para no dejar atrás el interés mostrado por los visitantes de este espacio, reseño los resultados de la encuesta propuesta por este blog sobre la preferencia entre McCain y Obama. De doce lectores, 10 votaron a favor de Obama y 2 a favor de McCain.

Actualización:
Los pronósticos acertaron. Obama es el primer presidente afroamericano en Estados Unidos. Obtuvo el 52 por ciento de los votos electorales: 349 frente 163 de su rival John McCain, según el último conteo. Yes, we did. Ahora esperemos los hechos.

Su primer discurso como presidente electo