lunes, 11 de marzo de 2013

Déjà vu alemán

Hace casi un año que estuve en Alemania, invitada por al Embajada de ese país en República Dominicana y por un programa del Instituto Goethe.

Inicie mis relatos de mi viaje desde allá por este blog, pero me quedé en dos crónicas, una sobre mi llegada y otra sobre mis primeros días en Berlín. La flojera por el embarazo y todo lo que conllevó me hizo abandonar el proyecto.

Pero ahora tengo la posible loca idea de retomar mis apuntes, y auxiliarme de la memoria, para terminar de contar mi experiencia.

Hoy comparto las dos historias que publiqué para el periódico donde trabajo. Una es sobre un monumento muy particular y la otra, un partido político algo fuera de lo común.


El Holocausto, un latido de Berlín

Memorial a los Judíos asesinados en el Holocausto.

Ubicado entre las plazas Postdamer y Parizer, en el centro de Berlín, este memorial se extiende por un terreno de 19 mil metros cuadrados. Sus 2,711 estelas o cubos de hormigón de color gris de distintas alturas nos muestran un elocuente silencio de tumbas sin cruces, donde los pasillos que forman son entradas y salidas, o viceversa. 

Fabio Reinhardt, miembro del Parlamento de Berlín por el Partido Pirata. 

Hace seis años fueron vistos con dudas. Un partido nacido bajo los postulados individualistas del mundo de la Internet no parecía tener futuro. Hoy, el Partido Pirata alemán tiene representación en cuatro parlamentos regionales y un sondeo en abril los colocó como la cuarta fuerza política de preferencia, lo que indica la posibilidad de que puedan entrar al Parlamento Federal.

2 comentarios:

Cinthia dijo...

Se te encoge el corazón en ese monumento...te recuerda que algo tan atroz si sucedió y no fue una ilusión.

Argénida Romero dijo...

Así es, Cinthia.