domingo, 14 de julio de 2013

Sobrevivir a las cicatrices

Las historias están en todos lados. A veces solo falta observar. Pero pasa que una historia puede estar guardada frente a tus ojos por muchos años y solo puedas observarla por una situación fortuita.

Eso me pasó con Lily.

Sigo su blog, de maquillaje, desde hace unos años. No suelo maquillarme, pero con ella aprendí a hacerlo de la mejor manera las pocas veces que me maquillo. Por eso, cuando abrí una cuenta en Facebook decidí seguirla.

Un día vi una actualización en su muro de Facebook. Una entrevista. Pensé que se trataba sobre su carrera como maquillista, pero el título del vídeo no tenía nada que ver con eso. Cuando presioné el play descubrí una historia que escribí para el periódico donde laboro y que fue publicada en su edición digital. Pueden leer la historia completa aquí.

Sobrevivir a las cicatrices

SANTO DOMINGO. La foto muestra el lado izquierdo de su rostro, sus ojos café almendrados. Los colores sobre sus párpados destacan un brillo que podríamos definir como alegría, seguridad o plenitud. Pero ninguna de las mil palabras que podamos evocar con esta imagen podría hacernos descubrir la historia de coraje que vivió Ilianexy Morales. La historia de sus cicatrices.


3 comentarios:

Rocio Diaz dijo...

Que interesante lo que cuentas. Leí la historia que Ilianexy, y la verdad que se requiere de valentía tras pasar por una experiencia de ese tipo. Me gustó mucho el enfoque que le diste.

Víctor Manuel Ramos dijo...

Bien hecho, Argénida.

Argénida Romero dijo...

Gracias a ambos por leerme.

De verdad es que a veces las historias, esas que te enseñan, que te humanizan, que te atraviesan, están tan cerca...me sorprendo y me admiro ante la hondura que tenemos como humanos, a pesar de ser tan perecederos.