domingo, 25 de octubre de 2009

Día veintiseis ¿Votar o no votar?


Nunca he votado en unas elecciones. En mi caso, no lo he hecho como protesta o por flojera. Era extranjera, condición que no me permitía votar. En enero de este año adquirí la nacionalidad dominicana, luego de una residencia de 18 años en el país.


Ahora puedo votar y he pensado mucho en este asunto desde enero pasado, sobre todo ante la cercanía de las próximas elecciones congresuales y municipales. El voto es un derecho y un deber. Pero, ¿qué hacer cuando no te sientes representado por ningún partido político? ¿Renuncias al derecho, incumpliendo al mismo tiempo con un deber?


Hace unas semanas tuve una discusión interesante al respecto. La persona que hablaba conmigo me decía que si no voto no tengo derecho de reclamar luego ante los resultados de la gestión de gobierno, sea estatal o municipal. Incumplo el deber de votar, pierdo el derecho que me da este instrumento.


¿Puedo renunciar a un derecho? Si. Pero supongo que con esa renuncia pierdo algo. ¿Puedo renunciar a un deber? Me parece que no, pues perdería el derecho que me corresponde sobre la prerrogativa (norma) en cuestión. Interesante círculo virtuoso este.


Ahora vuelvo a mi pregunta principal y la afirmó en esta respuesta: no me siento ni me creo representada por ninguno de los partidos políticos del sistema democrático dominicano. ¿Qué hago entonces?


Desde ese día me ha rondado la idea del voto en blanco. No el voto nulo, cuyo valor es tan relativo (una persona puede anular un voto por error no intencional). No la abstinencia, por lo antes expuesto. Voto en blanco.


¿Qué es voto en blanco? Es seleccionar un cuadro blanco dentro de la boleta y elegirlo como una opción de no favorecer a ningún partido en particular por un asunto de no sentirse representado o en protesta. Claro, esto debe ser legalizado. Hasta donde averigüe, en Argentina y Uruguay el voto en blanco es legal.


El voto en blanco no tiene peso en los resultados electorales pero supongo que mide un rechazo, una señal de alerta y una opción para los que no quieran dar su apoyo a un sistema de partidos en que no cree ni confía, sin renunciar a su derecho ni incumplir con su deber.


No obstante, un amigo estudiante de Ciencias Políticas me dijo que esto podría crear crisis políticas difíciles de sortear y debilitar la democracia, que es sustentada por el sistema de partidos. Algo que pensar.


Mientras, sigo meditando que haré el próximo 16 de mayo. El voto en blanco no es una posibilidad en República Dominicana. ¿Incumplo mi deber y pierdo mi derecho? No puedo evitar recordar la novela del premio Nobel José Saramago Ensayo sobre la Lucidez, cuya trama gira en torno a la participación nula de los ciudadanos en una elección municipal y las consecuencias traídas por este hecho.


¿Cuál será la cuestión aquí? ¿Votar o no votar?

4 comentarios:

Fili Joli dijo...

No es mi deber, y creo que el de nadie, votar por quién no me representa, y además no ha cumplido, no cumple, ni cumplirá con
deber alguno....

Alexander Corleone dijo...

El voto es un derecho de todos, y un deber para todos...

La Titanica dijo...

Realmente yo estoy cansa de las votacione y de toda la politica en general...asi que yo prefiero no votar.

Argénida Romero dijo...

Fili Joli: Esa es una de las cosas que me están pensando en esta reflexión.

Volcano: Si, es cierto. Pero a veces me pregunto que tan derecho y deber puede ser algo que implica la colaboración de un segundo para que funcione y ese segundo no asume su derecho y su deber.

La Titanica: No eres la única.