miércoles, 5 de abril de 2017

A pesar de todo, el periodismo

Hoy es Día del Periodista en República Dominicana.

Tengo tiempo reflexionando sobre cómo se está ejerciendo el periodismo, los retos que conlleva, las situaciones actuales que lo ponen ante la necesidad de encausarse, de los requerimientos éticos, de las preguntas necesarias que creo los periodistas debemos de vez en cuando hacernos, preguntas que creo deben ir dirigidas a plantearnos si el periodismo que hacemos está dirigido a ser vehículo de servicio social o de servicio propio.

Sé, porque me lo han dicho...o mejor dicho, me lo han reclamado, que no es un planteamiento bienvenido para muchos periodistas dominicanos la reflexión, el llamado de atención cuando faltamos a directrices elementales como el de la verificación, el planteamiento ético, la equidad informativa, las afirmaciones basada en datos, la honestidad intelectual, el respeto a los limites de la privacidad de las personas...algunos me han dicho la manida frase de "los bomberos no se pisan la manguera".

Leí hace pocos días en Twitter que la profesión más criticada después de los políticos es la de ser periodista. Quizás por eso algunos rehuyan y se enojen cuando nos señalan nuestros errores, pero para mí es una actitud infantil y egoísta, y de paso, una reacción que dice lo desubicado que muchos andan con esta profesión.

Hay extremos y un punto. 

Sin periodismo no hay democracia posible, ese es un primer extremo. Y hay que proteger su ejercicio para que la libertad de expresión y el derecho a la información sea una realidad, además de que exista un ente que cuestione el ejercicio del poder dentro de la democracia, y no solo el poder público. Y está el otro extremo, cuando los periodistas (que no es sinónimo de medios de comunicación, que es un empresa y sobre la cuál pesan otras cuestiones de discusión social y ética) se suman a la manipulación, a la falta de veracidad, al aplauso ante el uso y abuso del poder.

Y está el punto. 

La lucha diaria y continúa de los periodistas de mantener un ejercicio que apoye la libertad, los derechos, la justicia; que nos permita corregir, corregirnos, de aprender, de saber que hay ahora otros espacios distintos a décadas atrás, de no subestimar a la audiencia, de apelar ante la ética nuestras actuaciones, de diferenciar la militancia (a lo que todos tenemos derecho, si queremos) del periodismo, de ponernos ante un espejo cuando se nos ocurre pensar que hacer periodismo es convertirnos en protagonistas.

Y caminar entre los dos entremos, tratando de mantener el punto, no es tan fácil, pero tampoco imposible. 

Les dejó una reflexión al respecto del periodista y profesor colombiano Javier Darío Restrepo. 

Porque a pesar de todo, lo que buscamos hacer si nos situamos en ello, es periodismo. 




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