jueves, 31 de octubre de 2019

Alianza y discurso: PRM y Leonel Fernández

Leonel Fernández (centro), a la derecha el entonces presidente Joaquín
Balaguer y a la izquierda el expresidente y líder del PLD, Juan Bosch.
Día de la firma del Pacto Patriótico, 30 de junio de 1996.
Es criticable desde varios puntos de vista que el Partido Revolucionario Moderno (PRM) se alíe a Leonel Fernández y a los expeledeístas para lograr alcanzar mayores cuotas de poder en el Estado, y lograr la Presidencia. Pero, de manera táctica, es conveniente, aunque tendrá sus consecuencias.

¿Por qué es conveniente una alianza entre el PRM y el expresidente Fernández? Un asunto de suma simple: opositores contra nuevos opositores, que de paso tienen experiencia sumada en conseguir el poder y que parecen tener "cuentas por cobrar" de sus antiguos colegas.

Por otro lado, se podrá sumar, con la estrategia adecuada, la mayoría del voto disidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Aunque ante los seguidores del PRM habrá que plantear un discurso que les convenza a sumarse a quien hace poco fue un contrario, al menos para aquellos más puristas.

Obviamente, esta alianza chirrea por todos lados por un punto importante: la lucha anticorrupción. El discurso anticorrupción, uno que entiendo necesario, fue usado también como estrategia de la oposición del PRM y otros grupos políticos y dirigidos al PLD en donde estaba Leonel Fernández.

¿Una alianza con Leonel Fernández y sus seguidores expeledeístas chocan con el discurso anticorrupción? Sí. Es elocuente. Sin embargo, ahora es un tema de prioridad política: desplazar al gobierno de Danilo Medina tiene mayores posibilidades con esta alianza.

Además, esta contradicción no es nueva. ¿Quiénes recuerdan el álbum de la corrupción del PLD? Antes, quienes usaron la estrategia del discurso anticorrupción fueron los peledeístas, línea que abandonaron cuando... pactaron con el Partido Reformista Social Cristiano.

El escenario de 1996 le daba la Presidencia al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) - de los cuales los principales dirigentes de ese entonces, y que siguen vivos, son parte ahora del PRM- si ese pacto no hubiese existido. Los peledeístas priorizaron: voltearon la cara ante la contradicción evidente entre un discurso y una alianza, dando paso a su llegada al poder.

Una alianza PRM-Fernández no gustará a muchos, pero de que es conveniente, lo es. El discurso anticorrupción quedará nuevamente relegado, y peor aun, visto nuevamente como estrategia desechable. Algo podría considerarse: enfrentar la corrupción no está en manos de los políticos.

La consecuencia principal es esa: el tema anticorrupción queda deslegitimado en el discurso político partidario. Queda, entonces, atender a lo que algunos señalan: es la sociedad no partidaria que debería asumir estrategias contra la corrupción. ¿Cómo? Es la tarea.

P.D. Por cierto, agregar que el famoso Álbum de la Corrupción del PLD fue publicado en el periódico del partido morado, la Vanguardia del Pueblo, contra el gobierno de Antonio Guzmán (PRD... hoy PRM) en noviembre de 1981.

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