domingo, 14 de abril de 2019

Jack Veneno

Les tengo una noticia, querida clase media tradicional, la cultura no solo es el jazz, las bachatas de Juan Luis Guerra (antes de ser evangélico), el teatro, la sinfónica, los grupos de rock de dentro y fuera de República Dominicana, el MTV antes de los reality shows, la literatura de los nobeles...

La cultura también es Marino Pérez y Anthony Santos, al regueton, el dembow, la literatura de Juan Sánchez Lamouth y Norberto James, el merengue de calle... y sí, también la lucha libre de Jack Veneno.

Querida clase media tradicional, la cultura no se circunscribe a la burbuja de sus gustos, a su subjetivo "buen gusto", a su superioridad moral que le indica que Jack Veneno no significa nada relevante.

Querida clase media tradicional, ese pueblo que tanto ustedes dicen defender cuando se apuntan como candidatos a diputados, senadores, alcaldes o presidentes en partidos minoritarios, creció viendo la lucha libre de Jack Veneno, su brazo de poder, su enfrentamiento con Relámpago Hernández. Creció con el imaginario de que el hijo de doña Tatica era un gladiador, que sus heridas eran reales y que representaba de alguna manera su manera de ir por la vida, luchando ante todo para poder comer, para poder estudiar, para poder vivir.

Querida clase media tradicional, no tiene que gustarle Jack Veneno, pero tampoco pueden imponer sus gustos de burbujas desde su mirada sobre el hombro.

Querida clase media tradicional, ojalá nadie necesitara estatuas ni bustos (desde mi punto de vista no deberían existir las estatuas y los bustos), pero como vivimos en una sociedad de estatuas y bustos, literales y metafóricos, no se sienta ofendido por una estatua de Jack Veneno en el parque Eugenio María de Hostos, construido en principio por un dictador para honrar a su hijo y donde se quemaron los cadáveres del ciclón San Zenón. ¿Quiere honrar a Eugenio María de Hostos? Lea sobre sus pensamientos y criterios educativos e investigue como se le ha echado tierra a esas propuestas educativas. De paso, vaya al Panteón Nacional, ahí están sus restos.

Querida clase media tradicional, muchos de ustedes también viven de fondos públicos, a través de sus fundaciones, de sus enllaves, de sus puestos en el Estado, en donde tienen que convivir con muchos de los que crecimos viendo a Jack Veneno y cuya imagen y vida es un testimonio de nuestras luces y sombras.

Querida clase media tradicional, si no quieren la estatua de Jack Veneno, empiecen primero a destruir todas las demás estatuas.

Querida clase media tradicional, café.

5 comentarios:

carloslv dijo...

Sin desperdicio, para leer disfrutando de un cadé tranquilo en una mecedora o debajo de un árbol de javilla bebiéndonos un mabí seibano.

Argénida Romero dijo...

Rico el mabí seibano.

Unknown dijo...

Aplausos!!

Anónimo dijo...

Yo creo que se merece todas las estatuas del mundo. Pero estatuas. No ese bodrio. Digo, es mi punto de vista. Respeto el suyo.

Argénida Romero dijo...

Estoy de acuerdo, Anónimo. Es una estatua mal hecha... y de fibra de vidrio.