martes, 14 de enero de 2014

Cojeras del periodismo (II y final)

Cuando pregunten, cuando entrevisten, cuando escriban: prodíguense. 
Después, desaparezcan. Arbitraria, Leila Guerriero


La semana pasada comenté sobre una columna de una periodista que exigía calidad en los regalos.

Entre las muchas cosas que dijeron los que hicieron una defensa-justificación sobre lo que la periodista exigía en el artículo de su columna titulado "Más respeto al regalar a los periodistas", me llamó la atención de uno que supuso que no había hecho una lectura compresiva del texto.

En este punto, les dejó la lectura compresiva que hizo la periodista Marien Aristy al texto de esa columna en su blog: "Hoy sé que no sé leer".

Hoy, la periodista de la exigencia de los regalos trato de explicar lo que entiende fue mal entendido en su columna anterior. El texto es un ejercicio de cantinflismo. Juzguen ustedes: "Mejor explicación".

No tengo nada más que agregar fuera de lo que expresé en mi post anterior. Quizás solo reafirmar el pesimismo ante los criterios que muchos asumen ante la ética periodística.

Y hablando de ética, y también para poner un punto a esta reflexión, les dejó un párrafo relativo a los regalos entre las fuentes y los periodistas que establece un código de ética redactado por Sociedad de Periodistas Profesionales.

"Rechazar regalos, favores, pagos, viajes gratuitos y tratamiento especial, y evitar empleos secundarios, participación política, cargos públicos y el servicio en organizaciones comunitarias si comprometen la integridad periodística".

Puede leer el código completo aquí


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