miércoles, 10 de septiembre de 2014

Cubrir el dolor desde el periodismo

"No podemos abrir lo que no podamos cerrar".


El velorio (1944). Débora Arango.

A todo periodista le toca en algún momento cubrir un velorio, un accidente vial con víctimas, tragedias y hechos de dolor que permanecen en el tiempo en busca de justicia.

Desde hace tiempo veo en los medios de República Dominicana, sobre todo en televisión, la tendencia a relativizar el dolor, convertirlo en espectáculo y morbo. Un amarillismo que no tiene que ver nada con informar y si con deformar el espejo que somos como seres humanos. Lo peor es cuando este criterio deformador de muchos medios lo hace desde los que menos influencia tienen en la sociedad, y en los momentos de dolor más difíciles de sobrellevar.

Buscando información sobre coberturas periodísticas ante situaciones de dolor, luego de ver algunas excesivas coberturas de televisión de la muerte del presentador Yaqui Núñez del Risco, me encontré con un vídeo que recoge un seminario web impartido por la periodista mexicana Marcela Turati y que se titula "¿Cómo se cubre el dolor?". Aquí les comparto los señalamientos más relevantes de este seminario y les dejo al final el vídeo para los que lo quieran escuchar.

Lo primero que apunta Turati es que no existe una técnica en sí, pero si hay aprendizajes que pueden ayudar para hacer una cobertura más respetuosa. Lo básico: ponerse en la situación de la otra persona. ¿Cómo lo cubrirías si fuera un familiar, un conocido? Con compasión, que no es lastima, con respeto y dignidad.

Aunque lo apuntó al final de su charla, quiero traer al inicio de este post el tema de la revictimización y la forma como enfocar historias de violencia que buscan justicia: cubrir a las victimas desde la dignidad. No hay que esterotipar, ni estigmatizar. Tenemos que contar las historias de los colectivos que luchan por justicia y paz. No podemos siempre presentar a las victimas como personas inmóviles e indefensas. Mantener viva la indignación y la esperanza. Hablar de las redes de apoyo, terapias y organizaciones, además de revelar las posibles implicaciones desde el Estado en el hecho que cubrimos.

Ahora detallo algunas especificaciones.

Velorios
  • Turati dice que cree que cubrir un velorio es un exceso, pero si no se puede evitar, hay que intentar hacer el menor daño posible. Pasar desapercibido
  • Tratar antes de informarse qué ocurrió, tener los mayores datos posibles, para evitar preguntar de más y preguntar con conocimiento. 
  • También consultar primero a familiares no directos o a vecinos, que si ven que estamos cubriendo respetuosamente nos abrirán paso hasta acercarnos a los familiares más cercanos. 
  • Se pide permiso si se van a tomar imágenes. Se toman nota de hechos. Recordar que este es un momento de shock, por lo que las declaraciones que nos puedan hacer debemos discernir cuáles tomar o no.

Reglas básicas (para toda cubertura de dolor o tragedia)

  • Identificarse como periodista.
  • No generar falsas expectativas ante hechos como desalojos, desastres naturales. Somos periodistas, no podemos prometer que una autoridad atenderá sus problemas porque lo estamos cubriendo.
  • Una muy mala idea: preguntar "¿cómo se siente?" o decir "sé cómo se siente".
  • Explicar el sentido de nuestra investigación o denuncia. Ser genuino. Si a la gente no le hace sentido, para qué contar su historia. No insistir mucho, primero explicar.
  • Advertir que se harán preguntas difíciles y saber que la persona puede parar la entrevista, arrepentirse, y que no hay problema por ello. Decirles que si en algún momento se sienten incómodos, que pare la entrevista o que no quiere que se le identifique está bien. Ellos tienen el control. 
  • Hay que buscar un lugar adecuado. Apagar el celular, mirar a los ojos.
  • Evitar preguntas que reactiven el trauma. Preguntar sobre los hechos.
  • Lo principal, la escucha. No ser un reportero ansioso. 
  • No es una víctima más, no es alguien más a quien voy a entrevistar. Hay que escuchar y atender ese persona como si fuera la primera vez que lo hacemos.
  • Comenzar con preguntas generales, dejar hablar, no completar frases.
  • Ante las expresiones de rabia, que muchas veces se dirigen a los periodistas, comprender. "Siempre hay que pensar que son reacciones normales ante situaciones anormales". No tomarlo como personal. No hay que sobrereaccionar. 
  • No revictimizar. Evitar detalles morbosos y sensacionalistas. Tenemos que aprender a otros atajos para dimensionar.

Niños
Hay que cuidar mucho si son niños. Hay que tratar de no entrevistarlos, pero si se tiene que hacer pedir permiso a los padres o tutor, a la persona que lo esta tratando (en caso de situaciones de trauma posteriores a un hecho violento o de dolor).

No revictimizarlos ni hacerlos sentir peor. Conocer las leyes y saber qué es un delito en cuestión de menores. Y al final hablar del futuro, jugar. No dejar el recuerdo de la historia.

Preguntas para cerrar
Hablar de los impactos. ¿Cómo impacto a los suyos? ¿Qué se puede hacer para que no vuelva a ocurrir? ¿Y qué le ha ayudado a salir adelante?

Y por último, pero no menos importante, cuidar nuestra humanidad como periodistas. Como reporteros estamos expuestos a mucho dolor, a las tragedias, por lo que debemos tener un trabajo de autoconocimiento y autoexploración. Si una cobertura en particular nos afecta desde la experiencia (violación sexual, por ejemplo), pedir a los jefes en la redacción que otro periodista cubra esta situación.


 
¿Cómo cubrir el dolor? from FNPI on Vimeo.

2 comentarios:

Víctor Manuel Ramos dijo...

Gracias por compartir esta información, Argenida. Me parecen buenos consejos en general. Recuerdo que en mi primer funeral pensaba que las clases que había tomado nunca me prepararon realmente para eso, pero naturalmente adopté algunas de estas recomendaciones. Es cuestión de respetar a otros seres humanos, y me parece interesante esa idea de "hacer el menor daño posible" cuando obtenemos y publicamos la información. Es uno de los principios de ética que pueden servir de guía en muchas situaciones difíciles.

Argénida Romero dijo...

Y fíjate Víctor que me costo un poco conseguir información sobre consejos o sugerencias para cubrir estos hechos, difíciles para todo periodista, pero que parece ser, al menos en el caso dominicano, hechos con tendencia a ser cubiertos con morbo y mucho amarillismo, sin el más mínimo sentido del respeto.

A mí siempre me pega. Me aturde un poco llegar a un velorio como periodista. Tengo toda una memoria de experiencias sobre estas coberturas.